La vida de los ciudadanos después del Tsunami ha cambiado para siempre. Especialmente, dos jóvenes lucharán por preservar su futuro y hacer que nada ni nadie lo cambie.
Datos Técnicos :
Título : Himizu
Pais : Japon
Año : 2011
Género : Drama
Crítica : Nuevamente, el gran Sion nos vuelve a sorprender con otra de sus obras casi maestras. Este director, conocido por las magníficas producciones que inventa, va creciendo según el paso del tiempo sin ningún tipo de respiro. Y es que, otro de sus ejemplos de película bien realizada, es esta, sin duda alguna.
Himizu nos cuenta la vida de la ciudadania -más concretamente de un grupo de personas- después del arrollador Tsunami que dejó sin nada a la mayoría de la población. Nuestros dos protagonistas, movidos tanto por sus superiores, como por su propia familia, van viendo la vida de maneras completamente distintas, pero siempre buscando un futuro concreto.
Nos encontramos ante una película en la que hay que destacar multitud de cosas, y que seguramente me vaya a dejar algunas por el camino, porque sinceramente es tanto lo que se puede apreciar que sin querer algo se me olvidará comentar. De este modo, destacamos principalmente los motivos por los cuales son llevados nuestros protagonistas a actuar como actuan. Su estado mental, su manera de pensar, su ojo a la hora de hacer algo, les marcan el camino en todo momento, convirtiéndoles hasta en ocasiones en completos monstruos. El caracter de todos en general, pero especialmente el de los dos jóvenes, es casi hasta enfermizo, cometiendo y pensando casi durante toda la película atrocidades solo pertenecientes a gente muy poco estable.
Pero no solo eso es lo que debemos tener en cuenta. El cuidado de la imagen de la película, su puesta en escena, así como todos y cada uno de los lugares en los que se ha rodado, es de una calidad extrema, consiguiendo conectar con el espectador en todos los sucesos que nos encontramos en ellos. La manera en la que se desarrollan los acontecimientos, y el uso que se hace de todo el ambiente en general, nos lleva a introducirnos de pies a cabeza en la historia que nos cuentan. Es facil disfrutar el largometraje de este modo, con todo lo que nos ponen ante nuestros ojos, que no es poco.
Y como no podía ser de otro modo, y volviendo con la pareja protagonista, he de decir que realizan un trabajo increible. Son dos personajes muy complicados de interpretar, por los distintos cambios que tienen a lo largo de la película, por la forma de actuar y su forma de pensar, así como la manera en la que realizan ciertos actos durante los minutos de duración. Las posturas que adoptan, los cambios de humor, los resquebrajamientos morales...son algo dificil de hacer llegar al espectador, y que ellos dos, tanto Shôta como Fumi consiguen, y de que manera. Sin duda alguna, hay que seguirles de cerca porque lo merecen.
Después de esto, podreis preguntaros por qué no le doy más nota, claro. Es fácil, en realidad, y a pesar de ser un peliculón, es dificil llegar a ser un producto perfecto. Tiene ciertas lagunas sobre todo en algunos personajes, que parecen ser algo importante pero que luego desaparecen y aparecen a su voluntad. Además, si uno está 100% metido en la película, se pueden apreciar ciertos errores en pantalla pero que son minusculos y no se le da importancia. Pero, aún así, hay poco más negativo que pueda añadir sobre ella, o por lo menos que yo recuerde.
Al final parece que me ha quedado un poco extensa la reseña, pero bueno, aún así resumiendo un poco todo lo que quería decir, me dejo mucho en el tintero. Si la habeis leido, supongo que no hará falta que os diga si la recomiendo o no, porque está bastante claro. Si os gusta el director, os encantará la película, si no le conoceis o no os gusta, seguro que la disfrutareis también.
Título : Himizu
Pais : Japon
Año : 2011
Género : Drama
Director : Sion Sono
Reparto : Shôta Sometani, Fumi Nikaidô, Tetsu Watanabe, Mitsuru FukikoshiCrítica : Nuevamente, el gran Sion nos vuelve a sorprender con otra de sus obras casi maestras. Este director, conocido por las magníficas producciones que inventa, va creciendo según el paso del tiempo sin ningún tipo de respiro. Y es que, otro de sus ejemplos de película bien realizada, es esta, sin duda alguna.
Himizu nos cuenta la vida de la ciudadania -más concretamente de un grupo de personas- después del arrollador Tsunami que dejó sin nada a la mayoría de la población. Nuestros dos protagonistas, movidos tanto por sus superiores, como por su propia familia, van viendo la vida de maneras completamente distintas, pero siempre buscando un futuro concreto.
Nos encontramos ante una película en la que hay que destacar multitud de cosas, y que seguramente me vaya a dejar algunas por el camino, porque sinceramente es tanto lo que se puede apreciar que sin querer algo se me olvidará comentar. De este modo, destacamos principalmente los motivos por los cuales son llevados nuestros protagonistas a actuar como actuan. Su estado mental, su manera de pensar, su ojo a la hora de hacer algo, les marcan el camino en todo momento, convirtiéndoles hasta en ocasiones en completos monstruos. El caracter de todos en general, pero especialmente el de los dos jóvenes, es casi hasta enfermizo, cometiendo y pensando casi durante toda la película atrocidades solo pertenecientes a gente muy poco estable.
Pero no solo eso es lo que debemos tener en cuenta. El cuidado de la imagen de la película, su puesta en escena, así como todos y cada uno de los lugares en los que se ha rodado, es de una calidad extrema, consiguiendo conectar con el espectador en todos los sucesos que nos encontramos en ellos. La manera en la que se desarrollan los acontecimientos, y el uso que se hace de todo el ambiente en general, nos lleva a introducirnos de pies a cabeza en la historia que nos cuentan. Es facil disfrutar el largometraje de este modo, con todo lo que nos ponen ante nuestros ojos, que no es poco.
Y como no podía ser de otro modo, y volviendo con la pareja protagonista, he de decir que realizan un trabajo increible. Son dos personajes muy complicados de interpretar, por los distintos cambios que tienen a lo largo de la película, por la forma de actuar y su forma de pensar, así como la manera en la que realizan ciertos actos durante los minutos de duración. Las posturas que adoptan, los cambios de humor, los resquebrajamientos morales...son algo dificil de hacer llegar al espectador, y que ellos dos, tanto Shôta como Fumi consiguen, y de que manera. Sin duda alguna, hay que seguirles de cerca porque lo merecen.
Después de esto, podreis preguntaros por qué no le doy más nota, claro. Es fácil, en realidad, y a pesar de ser un peliculón, es dificil llegar a ser un producto perfecto. Tiene ciertas lagunas sobre todo en algunos personajes, que parecen ser algo importante pero que luego desaparecen y aparecen a su voluntad. Además, si uno está 100% metido en la película, se pueden apreciar ciertos errores en pantalla pero que son minusculos y no se le da importancia. Pero, aún así, hay poco más negativo que pueda añadir sobre ella, o por lo menos que yo recuerde.
Al final parece que me ha quedado un poco extensa la reseña, pero bueno, aún así resumiendo un poco todo lo que quería decir, me dejo mucho en el tintero. Si la habeis leido, supongo que no hará falta que os diga si la recomiendo o no, porque está bastante claro. Si os gusta el director, os encantará la película, si no le conoceis o no os gusta, seguro que la disfrutareis también.
Nota : 8.5/10
Trailer :
Tiene mucho del estilo Kim Ki Duk, Películas a "bajo costo", muy pulcras en cuanto al montaje y encuadres. Son películas que transmiten significados universales.